Sin duda alguna, este es «el peor inicio del año escolar en toda la historia», debido a la «gran cantidad» de alumnos que se quedaron fuera de las aulas, por la falta de miles de maestros y por «el alto nivel de conflictividad entre la cartera de Educación y el magisterio nacional».
Así lo afirma el profesor Luis de León, quien es el líder de la Fuerza Boschista y aspirante a secretario general del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
En un documento de prensa, destaca que más de 10 mil estudiantes han quedado fuera de las escuelas, «debido a que estas autoridades han sido incapaces de ofrecer cupo suficiente en las aulas, ya que mil planteles escolares se empezaron a construir y, sin embargo, han sido abandonados por esta gestión».
«A esa incapacidad se debe que se hayan reducido los niveles educativos alcanzados durante los gobiernos del PLD, y es una verdadera pena y una ofensa a la familia dominicana, el hecho de que el año escolar nos encuentre en una profunda crisis entre las autoridades y la Asociación Dominicana de Profesores», asegura.
De León, un educador de larga data y exaspirante presidencial, define a Ángel Hernández como «el ministro más incapaz e insensible que ha tenido el país, dado que no ha atendido los reclamos del magisterio dominicano y ha provocado un gran retroceso en el sistema educativo dominicano».
Además, considera que las «preocupaciones» del año escolar se deben a que «las autoridades han dado privilegio en las escuelas a la inscripción de haitianos indocumentados, en detrimento de los niños dominicanos».
En ese sentido resalta la carencia de unos 5 mil educadores que faltan en las aulas, por lo que «en muchas partes del país, los estudiantes asistirán a las escuelas pero no tendrán los maestros asignados, y estarán sin una brújula que los oriente, lo cual genera desorganización y desconcierto en cuanto a la calidad educativa».
El docente y dirigente político critica que, debido a la «improvisación» de las autoridades, «los padres de miles de alumnos tengan que comprar los textos escolares como puedan, a precios elevadísimos, porque el Ministerio de Educación no garantiza la entrega de esos libros».
Por último, observa que a lo interno de las escuelas se producen altos niveles de incidentes y conflictos, «ante la mirada indiferente de las autoridades, que son incapaces de enfrentar esa situación».