A sus 65 años, Nazario Mercedes es un consumado y despiadado feminicida: confiesa que ha asesinado a cinco mujeres (parejas y exparejas), casi asesina a otra y, sin embargo, se burlaba de la justicia y andaba suelto.
La última de sus víctimas ha sido Yessica Figueroa, de 32 años y triturada a palos en estos días en Villa Altagracia. Nazario y un sobrino sin piedad la mandaron a la tumba.
El asesinato de Yessica destapó un largo historial de sangre y cadáveres. Los asesinatos, perpetrados en los últimos 29 años, han ensangrentado a diversas localidades desde 1995.
La primera asesinada fue ese año: se llamaba Yanet y vivía en el Ingenio Quisqueya, en San Pedro de Macorís, donde ocurrió el crimen. Le siguió Diana Carolina Lorenzo Medina, asesinada en 2008, también en San Pedro. En 2014, casi asesina a Rosa María Peralta, en Hato Viejo de Maimón: la dejó por muerta y se salvó de milagro.
En Rancho Arriba, Ocoa, mató en el 2022 a Darmelin de los Santos Ramírez. Al año siguiente asesinó en San Luis a una mujer haitiana indocumentada. Recientemente, ultimó a Yessica Figueroa, su concubina. Ella tenía un año y pico conviviendo con su verdugo.
Después que la asesinaron, Nazario y su sobrino Obispo Carmona trataron de esconder el cadáver y borrar las evidencias. La iban a enterrar en el mismo patio de la casa. Pero, cuando intentaban cavar el hoyo, ahí mismo fueron sorprendidos por agentes de la Policía.
Están presos y serán llevados a la justicia.