Al presidente Abinader no le importan las amenazas de Diosdado Cabello, el personero del régimen venezolano que recientemente le dijo que lo iba agarrar «en la bajaíta».
El mismo mandatario lo manifestó en compañía del canciller de Estados Unidos, Antony Blinken, y hasta repitió su nítido repudio al Gobierno fuerte de Nicolás Maduro.
Es más, Abinader pidió acciones coordinadas con la OEA y la ONU para resolver la crisis de Venezuela. Su posición de rechazo ha sido firme y tajante en contra de Maduro y su régimen. Pero lo ha hecho no solo por convicción democrática, ni para hacerse el gracioso con los gringos, sino para que lo comparen con el madurista Leonel Fernández, quien defiende abiertamente a Maduro y su Gobierno.