El Gobierno no tiene otra reforma fiscal bajo la manga, y por eso tendrá que ajustarse los pantalones y seguir la carrera de endeudamiento y préstamos por montón.
Así lo ha dicho el mismo Luis Abinader en «La Semanal», donde prometió que su gestión realizará los reajustes presupuestarios necesarios para poder sobrevivir sin reforma fiscal.
Y dijo que le ha tocado gobernar en un tiempo difícil azotado por muchas crisis.