El Gobierno va a rebanar como nunca antes las instituciones para construir un Estado empresarial como lo sueña el presidente de la República. Así que se fusionarán ministerios y se eliminarán direcciones generales y se frisará la inflada nómina pública.
Los ministerios de Educación y Educación Superior serán uno solo, los de Hacienda y Economía serán unificados en el Ministerio de Economía y Hacienda, el Ministerio Administrativo pasará a ser una simple «Secretariado administrativo» en el Ministerio de la Presidencia, y así por el estilo.
El Siuben será absorbido por el programa Supérate. La nómina se va a congelar, pero el Gobierno podrá contratar más médicos, educadores y policías.