El Ministerio Público y la propia jefatura de la Policía Nacional han destapado una caja de Pandora en esa misma institución, apresando a un coronel y otros oficiales por haberse robado casi un millón de balas dentro de la uniformada.
Los arrestados mediante la operación «Pandora» son el coronel Narciso Antonio Féliz Romero, que era el responsable de cuidar las armas y las municiones; a su súbdito Juan Miguel Pérez Soler; los capitanes Nelson Valdez y Víctor Manuel Santos, respectivamente, encargado del arsenal de pertrechos, armas y balas y auditor que alteró una auditoría realizada al depósito de material bélico.
Además, le echaron manos al segundo teniente Marino Antonio Rodríguez Toribio, un armero de la Regional Cibao Central; el sargento mayor Miguel Ángel Gómez Espaillat; el cabo José Luis Díaz Medina; a los rasos Rubiel Martínez (Escobar) y Moreibin Medina Pérez, y a Miguelina Bello Segura. Todos ellos eran piezas clave de la mafia intrapolicial.
«En la ejecución de Pandora participaron más de 200 agentes de unidades especiales de la Policía Nacional, la Policía Preventiva y la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim), y más de 40 fiscales que llevaron a cabo allanamientos en el Distrito Nacional y en las provincias de Santo Domingo, Santiago, Sánchez Ramírez y Pedernales», dice la nota oficial.
Según el Ministerio Público, el capitán Santos llevaba más de seis años como auditor en la Intendencia de Armas y que, además de falsificar datos en la auditoría de febrero, se asoció con los líderes de la red para intentar manipular de nuevo los números ante el avance de la investigación, acción que fue rápidamente detectada por los investigadores.