Para evitar lo peor -ser llevado a los tribunales, sufrir condena por calumnia y mentira-, el periodista Johnny Arrendel se está retractando: reconoce que mintió al acusar a otros periodistas de recibir jugosos fondos de la traviesa USAID.
Su retractación lleva el ruego de que le perdonen su mentira. Lo que alega deja más de una lección de periodismo: dice que se confió en una fuente que le era confiable y que esta vez erró. Repitió la mentira. Mintió también.
«Expreso públicamente mi arrepentimiento por las publicaciones sobre figuras públicas y comunicadores de República Dominicana a los que vinculé a la Agencia para el Desarrollo de Estados Unidos, USAID», confiesa.