Los «camaleones» van a pasar las navidades más tristes de sus vidas, presos en Najayo. Para Hugo, Jochy y Padovani serán una navidades muy tristes y oscuras, lejos de los suyos, encerrados junto a otros reclusos. Se van a deprimir pensando en sus familias y en el tremendo embrollo en que están metidos.
Los arbolitos serán para otros, no para ellos; y van a pasar de la comodidad al infierno. Para Hugo será mucho más difícil que para otros: solo de pensar que fue un «tonto útil», se va a enfermar cayendo en una profunda depresión.