La Fuerza Boschista ha hecho un ardiente llamado a la oposición para que junto a sectores patrióticos, sociales y religiosos preparen una contrarreforma que libre al pueblo de tener que pagar el despiadado paquetazo fiscal planteado por el Gobierno.
Su líder, Luis de León, dijo que las reformas constitucional, fiscal y laboral no han sido consensuadas con la clase media ni con los sectores más vulnerables, por lo cual serían «totalmente ilegítimas y brutales en contra del pueblo dominicano, y hasta podrían arruinar la paz pública».
«Imponer esa receta fiscal a la sociedad dominicana, que ha avanzado en su modelo democrático y en su desarrollo social, sería desconocer los logros conseguidos por el Estado entre el 2004 y 2020, bajo la dirección del PLD, y se perdería la cohesión social», indicó.
De León, aspirante a secretario general del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), afirmó que una contrarreforma se hace «urgente e imprecindible» para evitar «el descalabro de la gobernabilidad o una confrontación social de impredecibles consecuencias, como sucedió con la poblada de 1984, cuando el orden institucional estuvo a punto de quebrarse en medio de una situación parecida a la actual».
En el mismo documento subrayó que la reforma fiscal gravaría aún más la propiedad, la comida de los pobres y los servicios, y eso «traería consigo más desempleo y desigualdad social, generando exclusión y desintegración familiar, siendo una bomba social incendiaria».
Dijo que la situación es «delicada» y que «el pueblo y la clase media tienen que empoderarse y movilizarse frente a las pretensiones del Gobierno, ya que el paquetazo fiscal sería un duro golpe a los bolsillos de la gente».
De León insistió en la unificación de las fuerzas de oposición y las organizaciones sociales, patrióticas, religiosas y culturales para diseñar y enarbolar una contrarreforma, y así evitar que este Gobierno se salga con las suyas.
«Llegó el momento de presentar entre todos una contrarreforma que se enfoque en combatir la evasión fiscal y que grave a los sectores financieros y poderosos que se han beneficiado de la estabilidad pública y democrática durante largos años», finalizó.