Otra vez ha vuelto a suceder. Pero no como un accidente de la historia, ni como un golpe del incierto destino político de Estados Unidos. No. Lo que ha sucedido es que Donald Trump ha reescrito la historia de la gran potencia, al salir de sus cenizas para reingresar como nuevo rey en la Casa Blanca.
Muy caro le costó este nuevo triunfo. A punto estuvo de perder la vida, más de una vez. Un joven por poco lo asesina en plena campaña: solo tuvo puntería para rozarle una oreja. Luego, se sucedieron las intentonas y conspiraciones en su contra, todas felizmente descubiertas y abortadas antes de que sucediera lo peor.
Trump otra vez ha vencido al mundo y ha resucitado de sus cenizar para volver a ocupar la poderosa silla de Washington y Jefferson.